La Rua de Santa María
fue una de las primeras calles formadas en el Guimarães medieval, surgiendo
como vía de comunicación entre el convento fundado por la condesa Mumadona, en
la parte baja de la villa, y el Castillo.
Aparece citada
en documentos del siglo XII, donde su parte superior aparece con el nombre de Rua da Infesta.
A lo largo de su
trazado se encuentran varios edificios históricos, como el Convento de Santa Clara, la Casa do Arco,
la Casa dos Peixotos y la Casa Gótica dos Valadares, que atestiguan la
importancia de esta calle en la que habitaron durante siglos, las familias más
importantes de Guimarães.