Monsanto es una villa del distrito de Castelo Branco, ubicada entre inmensos roquedos, en uno de los paisajes más impresionantes de Portugal.
Los enormes peñascos de granito y las oquedades que forman fueron aprovechados para las viviendas sirviéndoles de suelo, de paredes e incluso de techo. Aquí todavía permanecen algunos residentes, la mayoría se ha mudado a una población moderna un poco más abajo.
El conjunto urbano está dominado por un gran castillo rodeado por tres recintos de murallas.
En sus alrededores se han excavado los restos de un poblado medieval conocido como Sao Miguel del que todavía permanece la iglesia de estilo románico.
Dentro el casco urbano, el edificio más notable es el palacio de la Fonte do Mono en la Rua Marqués da Graciosa, con una bonita portada blasonada.
Un recuerdo típico para comprar es la marafona, una muñeca de tela.