La Citania de Santa Lucía en Viana
do Castelo es un magnífico ejemplo de poblado fortificado del noroeste
peninsular.
Este castro se encuentra en lo alto del monte de Santa Luzía, en Viana do Castelo, siendo un poblado fortificado de tipo protó-urbano, con una ocupación continua entre los períodos de la edad del hierro y de la romanización.
Este castro se encuentra en lo alto del monte de Santa Luzía, en Viana do Castelo, siendo un poblado fortificado de tipo protó-urbano, con una ocupación continua entre los períodos de la edad del hierro y de la romanización.
Su posición estratégica es privilegiada,
ya que cuenta con un amplio ángulo de visibilidad sobre todo el estuario y
desembocadura del río Lima, así como del área costera del Atlántico,
posibilitando unas condiciones óptimas de defensa y control de los caminos,
valles y la navegación marítima y fluvial.
Este yacimiento también conocido como
Cidade Velha de Santa Luzía, es citado en la documentación por lo menos desde
el siglo XVII.
De la superficie total apenas se encuentra descubierto
cerca de una tercera parte siendo además destruida una parte significativa del
poblado cuando se construyó el hotel Pousada de Santa Lucía y las vías de acceso.
La mayor parte de las habitaciones visibles son de
planta circular, con o sin vestíbulo, elípticas y rectangulares. Las entradas
de las casas están generalmente orientadas hacia el sudoeste, coincidiendo con
la pendiente general del terreno de modo que protege las entradas del agua de
lluvia y de los vientos del norte.
La superficie más común del suelo de las habitaciones
es el de la roca natural, con padecimiento de tierra arcillosa batida o sábrago.
Un elemento importante como a los otros poblados
fortificados de Edad del Hierro como Briteiros o Áncora, son
sus preocupaciones defensivas. Santa Lucía cuenta con tres líneas de murallas
servidas por un camino de ronda, reforzadas por fuertes torreones y los fosos
para garantizar la defensa del recinto. El acceso a las murallas se realizaba
mediante una escalinata todavía presenta presente en la parte interna de la
muralla.
Resulta evidente que parte de los trabajos de los
elementos defensivos sufrieron alteraciones a lo largo del tiempo obedeciendo
diferentes estrategias de ocupación, sin olvidarse de la morfología del
terreno. En el extremo norte, donde el declive es menos acentuado y el acceso
poblado más fácil la muralla fue reforzada con un torreón.
Actualmente apenas queda una parte de la muralla
interior, siendo visibles cerca de 80 m del lado norte de la cerca del
área de la acrópolis.
Al igual que un gran número de Castros en esta área
geográfica también Santa Lucía registra claramente vestigios de ocupación en
época romana sobre todo patente en la existencia de algunas habitaciones de
planta rectangular, más amplias y aireadas, y en el surgimiento de nuevas
barriadas, bien como el trazado y la apertura de avenidas perpendiculares que
ofrece una nueva racionalidad del ordenamiento del espacio del poblado.