En Romeu,
está el museo. Allà hay de todo, como en botica: automóviles de doña Elvira,
carruajes y arreos, receptores y radios de galena, cÃtaras, cajas de
música, pianolas, relojes muchos, teléfonos de los primeros que se
vieron, algunos trajes, fotografÃas, en fin, un tesoro pintoresco de
pequeños objetos que hacen sonreÃr.
Son los antepasados toscos de las tecnologÃas nuevas que nos van convirtiendo en usuarios e ignorantes.
Son los antepasados toscos de las tecnologÃas nuevas que nos van convirtiendo en usuarios e ignorantes.
El
viajero, cuando sale, se encoge de hombros, pero da las gracias a la
familia Meneres, que fue la de la idea. Siempre se aprende algo.
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