En Portugal podemos, en pleno Invierno, pasear por la mañana sobre la arena fina de la playa, almorzar un saludable pescado fresco en una terraza frente al mar, descubrir un gótico único en el mundo por la tarde, y pasar la noche en un aristocrático solar.
Con un excelente clima, en Portugal muchos días de invierno despiertan vestidos de primavera.
El país se cubre de una luz intensa que hace imprescindibles las gafas de sol. En las Azores y en Madeira, los termómetros oscilan entre los 20º y los 25º C durante todo el año.Y en el continente, las temperaturas se mantienen suaves como el temperamento de sus habitantes. Es que las temperaturas máximas en el Invierno se mueven entre los 15º y
El país se cubre de una luz intensa que hace imprescindibles las gafas de sol. En las Azores y en Madeira, los termómetros oscilan entre los 20º y los 25º C durante todo el año.Y en el continente, las temperaturas se mantienen suaves como el temperamento de sus habitantes. Es que las temperaturas máximas en el Invierno se mueven entre los 15º y
los 20º C.
La increíble variedad de su naturaleza es la segunda razón para tener que adentrarse en este secreto.
En un país en que la diversidad es palabra clave, encontrará a corta distancia, los más sorprendentes contrastes: desde el paisaje norteño de laderas rasgadas por la viña, hasta las imponentes montañas de Trás-os-Montes, desde los bosques de las Beiras, hasta las verdes marismas y arrozales de la orilla del Tajo, desde las planicies color de trigo del Alentejo con sus olivos y sus alcornoques, hasta los arenales y rocas doradas de la costa algarvía.
Pero lo que más nos distingue es el calor de las personas, de las tradiciones y de la cultura de uno de los países más antiguos del mundo.
imagen:http://quebonitoesviajar.wordpress.com/
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