Café en Portugal
Hay muchas e interesantes las historias que recrean el origen del café y su consumo en las cuatro esquinas del planeta.
Si Brasil es conocido por ser el primer productor mundial, Portugal ha alcanzado el éxito en la fabricación propia, fruto de la mezcla de los mejores granos procedentes de Brasil, África y Timor.
Una «bica», un «pingado» o «meia de leite», conquistan el paladar de cualquier degustador de este trago cálido, que en muchos casos no tardará en regresar a Portugal para ponerse de nuevo ante una taza llena y humeante.
El primer café (establecimiento) abrió en Londres en 1637 y poco después aparecieron otros localesen Francia, Holanda y en el resto de Europa.
Fue a partir de entonces cuando los europeos invadieron las regiones tropicales de Asia y de América en busca de la mejor materia prima. Gracias a Portugal este producto comenzó a ser cultivado en 1727 en el norte de Brasil y poco después pasó a Río de Janeiro y a São Paulo, desde donde la cultura del café se trasladó a Europa, a pesar de tener su origen en África.
En el siglo pasado, las tertulias en los cafés reunieron en Portugal a las grandes personalidades del mundo de las artes.
El poeta Fernando Pessoa es sin duda el mejor ejemplo de estas tardes literarias en las que alrededor de una mesa nacían versos que más tarde se convertirían en poemas que forman ya parte de la historia.
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