A pesar de concentrar áreas densamente urbanizadas que, muchas de las veces, funcionan como ciudades dormitorio para personas que trabajan en los alrededores de Lisboa, este distrito incluye pequeños puertos de pesca y mercados y reservas naturales todavÃa no deterioradas.
Sesimbra es un buen ejemplo de un lugar encantador, debido a su abrigada bahÃa y a las sus estrechas y abruptas calles. En verano, constituye una popular estancia de vacaciones, situada en Serra da Arrábida, donde se estableció un parque natural. Aquà puede disfrutar de un paisaje bello y salvaje, donde los pájaros, los arbustos y los árboles crecen y se desarrollan y, en las vertientes viradas al Sur, de espectaculares vistas sobre el azul del mar.
Para aquellos que buscan paz y sosiego, explorar las reservas naturales de los estuarios de los rÃos Sado y Tejo puede ser una de las mejores opciones.
Palmela, conocida por su vino, y por su enorme castillo en la cima de una montaña, que domina las vistas sobre la Serra da Arrábida.
Uno de los mejores sitios para realmente presenciar y constatar vistas que cortan la respiración es el Cabo Espichel, un promontorio despoblado donde la tierra acaba bruscamente ante el Océano Atlántico.
En la parte Sur del distrito, camino del Algarve, no se olvide de parar en la antigua ciudad de Alcácer do Sal, que tiene un espléndido castillo musulman, o de visitar Sines, la tierra natal del descubridor Vasco da Gama, que está rodeada por playas de arena y pintorescas villas.
Pero, es recomendable no salir de Setúbal sin visitar en Troia, una de las mejores playas de la zona.
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