Vila do Conde por los ojos de José Saramago
Así narra José Saramago parte de su visita a Vila do Conde durante su Viaje a Portugal
Vila
do Conde tiene mucho que ver. Desde luego, es la única población, ciudad o
villa común, o aldea, que tiene una picota con un brazo armado de espada, figuración
de una justicia que no precisa que le venden los ojos porque no los tiene. Es
sólo un brazo, unido a un asta vertical, el fiel fijo de la balanza ausente. El
viajero se interroga sobre el sueño de aquel brazo y sobre lo que corta la
espada. La justicia será, pero enigmática.
La iglesia parroquial tiene un
portal manuelino atribuido a João do Castelo. La torre de campanas, es del
siglo XVII. Sobre el cuerpo de la iglesia, tanto le esconde y la apaga como la
sublima y valoriza; es, al mismo tiempo, es excesiva y complementaria. El
viajero, si tuviera opinión en estas cosas y fuerza en los brazos, la alfarería
a pulso y la dejaría a un lado como el campanile de Giotto con relación a la
iglesia de Santa María dei Fiore, en Florencia. Es una idea que el viajero deja
para la posteridad, si hay algún día dinero de sobra para gastarlo en estas
perfecciones.
Allá dentro nos falta que ver, el San Juan del siglo XVI que,
como patrón, tiene otra imagen en el tímpano de la portada, la Senhora da Boa
Viagem, del siglo XVI, que sostienen la mano derecha un lugre o algo como un
barco. Esta señora es la que guarda a los pescadores.
Texto del libro Viagem a Portugal (1995)
Edición en Castellano editada por Santillana S.A.
Traducción de Basilio Losada
Texto del libro Viagem a Portugal (1995)
Edición en Castellano editada por Santillana S.A.
Traducción de Basilio Losada
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