El castillo de Lanhoso es uno de los más antiguos de Portugal estando documentado desde los tiempos de la Reconquista.
En las hiladas inferiores de algunos paramentos de conserva un tipo de aparejo pseudoisódomo y acabado irregular, típico de las construcciones prerrománicas entre el siglo IX y el XI.
El castillo fue reconstruido en tiempos de D. Pedro de Braga, gran artífice de la repoblación en la región, conforme atestigua la inscripción junto a la entrada principal.
El objetivo era defender la ciudad de Braga, y el proyecto respeto la planta prerrománica de la estructura.
En este castillo sucedió uno de los episodios más conocidos de la vida D. Afonso Henriques haciendo prender a su madre D. Teresa, en la fortaleza en 1128.
El castillo sería replanteado de nuevo a finales del XII, no amplio proceso de estruturación de las tierras y respectivas cabezas de territorio, o conjunto fue objeto de reforma. Construyéndose entonces el castillo románico, con torre de homenaje aislada en el centro del patio.
Esta fortificación fue quemada por el alcaide del castillo, D. Rui Gonçalves Pereira, por causa de la infidelidad de su mujer.
Tras este incidente el castillo fue reconstruido ya con estilo gótico. La torre de homenaje se desplazo a una de las esquinas para defender activamente la puerta principal, la cual está flanqueada por dos torres simétricas, característico de los tiempos de Dom Dinis, que concedió foral a la población en 1292.
Alcobaça y su impresionante monasterio cisterciense del siglo XII se encuentran a 21 km de Óbidos por la N-366.
Para recorrer el interior, visitando la iglesia y el claustro, es necesario hacerlo con tiempo, no menos de una hora.
Su iglesia es la mayor de todo Portugal y su espectacular entrada es una muestra de la magnificencia de estas instalaciones que llegaron a albergar en sus mejores momentos a casi 1.000 frailes.
Una vez en el interior, podemos acceder al claustro, a las cocinas, y asombrarnos con sus gigantescas chimeneas, así como también visitar la sala Dos Reis, con estatuas de todos los reyes de Portugal.
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Claustro Real do Mosteiro de Alcobaça |
Después, podemos perdernos por los pasillos, recreándonos en su quietud o con la acústica de los dormitorios antes de subir a la terraza del segundo piso, y contemplar la magnífica vista del patio.
Esta recortada lengua de tierra y su formaciones naturales son una maravilla natural del Algarve, por su variado, extraordinario y bello paisaje de mar y rocas, una excursión en barco o en coche recorriendo los senderos de los acantilados nos permitirá descubrir algunas de las playas más bellas de todo el Algarve. Sólo 3 km separan el centro de Lagos de Faro de Ponta da Piedade. Hay que tomar la carretera hacia Sagres y una vez en el barrio de Trinidade, girar en la primera carretera hacia la izquierda. Está convenientemente indicado. Una vez allí, se puede dejar el coche en el aparcamiento junto al faro.
El pequeño mercado turístico de recuerdos, libros, postales y parafernalia de playa no enturbia el encanto de este rincón.
Desde el mercadillo del faro surgen multitud de pequeños senderos que llegan hasta rincones pintorescos desde los que disfrutar de excelentes vistas sobre los acantilados, las diferentes calas, las originales formas de las rocas erosionadas por un mar cristalino y límpido, y la constante brisa marina que hace llevaderos los calurosos días de verano.
En su libro Tras os Montes un viaje portugués Julio Llamazares narra así su aproximación a Bragança:
Desde la lejanía, viniendo de España, Bragança es una estrella de piedra en la distancia, una luciérnaga inmensa que desaparece y reaparece, a cada curva de la carretera, entre las sombras de las colinas y de los pinos que la rodean.
El viajero, que atravesó la raya en Portelo y ya ha dejado atrás França, Rabal, Oleirinhos, Meixedo, pequeños pueblos oscuros, dormidos bajo la noche, divisa la ciudad y acelera el coche por ver si llega a ella antes de que amanezca.
Al viajero le gusta llegar a las ciudades a esa hora, bien la del alba, bien la del anochecer, en la que todavía nada es concreto.
Portagens: para calcular el importe de los peajes de las autopistas portuguesas.
Estradas.pt es la aplicación oficial de EP - Estradas de Portugal S.A. para a disponibilização dos conteúdos do Portal de Tráfego www.estradas.pt. Algunas de sus funciones son el acceso a las cámaras y fotos de las carreteras, videos, boletines, entrar en contacto directo con el Centro de Controlo de Trânsito da EP - Estradas de Portugal S.A., asi como la posibilidad de los usuarios de reportar incidencias con un solo click.
A pocos kilómetros de Viseu se encuentran las elevaciones de la serra de Caramulo, declarada parque natural, a la que se puede llegar por la bonita localidad de Tondela.
A partir de esta villa, la carretera va remontando un paisaje delicioso, cubierto de arbolado, que tiene uno de sus puntos más altos en el pueblo de Caramulo, lleno de jardines y con una vieja tradición como lugar de reposo.
Además de un aire de gran pureza, este pueblo ofrece una sorpresa al visitante: su excelente museo, con pinturas que abarcan desde la Edad Media hasta Picasso, Dalí o Léger, así como muebles, objetos decorativos y toda una sección de coches antiguos, incluido un modelo de 1899.
http://www.museu-caramulo.net/es/fundacao.shtml
Este libro es la crónica de un corto viaje realizado por el autor a Tras-os-Montes zona del norte de Portugal, donde se conservan pueblos anclados en el pasado y muy afectados por la emigración.
El autor recorre estas tierras inhóspitas y olvidadas conociendo sus paisajes, costumbres, tradiciones y curiosidades, no al uso de un turista habitual, sino como viajero interesado y respetuoso.
Julio Llamazares, evita la erudición y busca la sencillez, el humor costumbrista, la anécdota y el comentario espontáneo, y en los pocos días que dura su recorrido, pasa de la curiosidad a la comprensión de la idiosincrasia de esta tierra dura y entrañable cuyos paisajes permanecen para siempre en la memoria de quienes los contemplan.
Este éste un libro sencillo sobre gentes y lugares sencillos, en el que Llamazares dedica su atención a la búsqueda de la poesía, y del lirismo, de esta geografía áspera, abrupta y humilde.
TRAS-OS-MONTES (UN VIAJE PORTUGUES)
LLAMAZARES, JULIO
Editorial:ALFAGUARA
Año de edición:1998
Materia Libros de Viajes
ISBN:978-84-204-8190-6
Páginas:328
Luz de Tavira es una pequeña aldea se encuentra muy cerca de la ciudad de Tavira.
En este lugar, se conserva una de las mejores colecciones de platíbandas, cenefas talladas en las fachadas de los edificios, y que, junto con las chimeneas son los distintivos de la decoración arquitectónica del Algarve, testimonio de sus siglos de pasado islámico.
Son de una gran variedad e imaginación reuniendo infinidad de dibujos de temas vegetales o geométricos con influencias de todo tipo, incluido el art nouveau, todo ello recubierto de múltiples colores.
En la entrada del pueblo está la iglesia, con el tejado lleno de tiestos y una preciosa portada manuelina, que es uno de los mejores ejemplos de arquitectura renacentista de la región.
Entre los lugares más representativos de la serra da Arrabida hay uno que sorprende especialmente por su belleza, el Convento da Arrábida, en Sao Lourenço, Setubal, un conjunto de edificaciones que parecen una pequeña aldea asomándose sobre el mar.
Fue fundado por los monjes franciscanos en 1542 y ampliado durante el siglo XVII, época de la que proceden las garitas de vigilancia que bordean el lugar, destinadas a la protección de la comunidad frente a los ataques corsarios.
Actualmente pertenece a una fundación privada y por lo que no es fácil de visitar, siendo necesario reservar cita, pero su simple visión desde la carretera que bordea la costa justifica sobradamente el acercarse a este rincón de aire mediterráneo que ha servido de escenario a numerosas películas.
Desde aquí se obtienen unas magníficas panorámicas de la playa de Portinho da Arrabida.
Web para más información y concertar visitas http://www.foriente.pt/68/visitas-e-contactos.htm
En un promontorio cercano a Sagres está la fortaleza que construyó el propio Enrique el Navegante, durante el siglo xv, rodeada de murallas que corresponden a una época posterior.
El promotor de los grandes descubrimientos creó un centro de investigación marina y una escuela de navegación donde, se dice que aprendieron Vasco de Gama y el mismo Cristóbal Colón.
En el patio de la fortaleza aún se puede ver una gran Rosa de los Vientos, hecha con piedra y con un diámetro de cuarenta y tres metros.
También cuentan que fue aquí donde se diseñó una nave rápida y segura para los viajes largos, la popular caravela y, con ayuda de notables astrónomos, se inventaron el astrolabio y el cuadrante, instrumentos que permitían a los marinos saber su ubicación en cada momento.
Juromenha descansa sobre un montículo que domina un recodo del Guadiana donde el río traza la frontera entre España y Portugal.
No se sabe cual fue su origen aunque ya aparece citada como importante plaza estratégica en tiempos de Julio Cesar.
Tras varios años en manos de los árabes, fue conquistada definitivamente para los cristianos por los caballeros templarios.
El camino que lleva al pueblo recorre un bosque de alcornoques donde además, en primavera, la vista se pierde en las manchas blancas de la jara en flor, componiendo un entorno en el que el conjunto de sus olores, la luz y la belleza del paisaje son difíciles de describir.
Una vez en el pequeño pueblo debemos visitar la fortaleza recorriendo sus edificios en ruinas o contemplando las vistas, casi aéreas, sobre el Guadiana, que se vuelve especialmente hermoso al caer la tarde.
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La antigua villa y municipio de Azeitao, hoy integrada en Setubal, es conocida por la calidad de sus vinos y su miel, así como por ser lugar de procedencia de unas famosas tortas, que se pueden adquirir en los pueblos de la comarca.
Otra de sus joyas gastronómicas es el queso, que ha sido objeto de una producción artesanal desde el siglo pasado, gracias a un quesero de Castelo Branco que enseñó la técnica a los pastores locales.
Desde entonces, la receta para la elaboración de este queso se transmite de generación en generación, y debe buena parte de su singularidad a los pastos de la zona y a la utilización de una variedad de cardo durante el proceso de coagulación.
La villa de Pisoes es uno de los lugares más representativos de la ocupación romana en el Algarve, ya que, por los objetos encontrados, se sabe que estuvo habitada sin interrupción desde el s. I al siglo IV. Un embalse de aquella época retiene aún las aguas del río Pisoes y cerca, sobre un pequeño alto, está la casa, con cuarenta y ocho salas, varias piscinas, lagos y jardines interiores y exteriores.
En la villa se distinguen dos zonas, una más lujosa donde los mosaicos son de piezas de mármol y las paredes de estuco, y otra más rústica, todavía poco estudiada, donde se han descubierto grandes piedras de lagar y que se supone que sería el área destinada a almacenes y a las tareas del campo.
Las instalaciones termales de Monchique están situados en la sierra del mismo nombre, famosa por su clima cálido y húmedo que da vida a una espesa vegetación.
El origen volcánico de de la zona explica la presencia de fuentes termales con propiedades medicinales para diversas afecciones.
Aquí acudió el rey Juan II, que en 1495 a curar sus dolencias y comenzó la fama de estas aguas, ya utilizadas con anterioridad por los romanos.Y hoy en dia están entre las más afamadas del Algarve.
El balneario conserva cierto aire decimonónico y con cierto toque romántico como muestra el edificio mudéjar, ahora convertido en pequeño centro comercial.
También se pueden ver algunos edificios del s. XVII que se han rehabilitado y un bouvette donde manan las curativas aguas.
El pueblo de Caldas das Taipas, en el concelho de Guimaraes, fue desde siempre un transitado y dinámico lugar de paso, y una buena opción para un descanso en el camino, ya que dispone de varios atractivos, entre los que destaca una antigua estancia termal.
La utilización terapéutica de sus aguas se remonta al Imperio Romano. Para demostrarlo, podemos ver junto a la Iglesia Matriz del pueblo, un enorme bloque de granito, Piedra o Altar de Trajano, con una extensa inscripción en latín dedicada al emperador romano Trajano Augusto, proclamando la búsqueda y utilización, durante la época imperial, de estas aguas medicinales.
A pocos kilómetros del centro del pueblo están localizadas las estaciones arqueológicas del Castro de Sabroso y de la Citania de Briteiros, constituyéndose, sobre todo esta última, uno de los más significativos ejemplos de la Cultura Castreña de Portugal y ejemplo de los poblados prerromanos en esta región.
El visitante puede disfrutar de su excelente parque junto al rio, con abundancia de árboles, con varias infraestructuras deportivas y de descanso: pistas de tenis, piscinas, circuito de mantenimiento, camping y playa fluvial.
La industria, concretamente la de la cuchillería, está fuertemente implantada en este pueblo siendo simultáneamente una de sus principales tarjetas de visita e importante factor de desarrollo.